martes, 16 de noviembre de 2010

La llegada del sub. Comisario


La llegada del sub. Comisario

Los detectives estaban completamente varados en la nada, no tenían manera de llegar al cómplice, si realmente existía estaban tratando con una mente maestra algo superior a lo ordinario, no había dejado ni una pista nada absolutamente nada, toda evidencia fue eliminada, cualquiera hubiese dejado el caso pero no Ignacio era demasiado obstinado, a el poco le interesaba la muerte del padre de Marcelo, lo único importante era demostrarles a todos que el cómplice existía que el era el mejor, pero no contaba con la llegada de su jefe antes de lo previsto sabia que el estaba de vacaciones. El sub. comisario Alberto Diundes, era un hombre gordo de facciones grandes, en sus manos llevaba mas un anillo, vestía muy elegante siempre de traje de los más costosos, los cuales siempre ensuciaba con comida, sin contar el olor a cigarrillo, era de esos hombres que cuando no comía estaba fumando, sin embargo tres veces por semana asistía al gimnasio, todos sus compañeros se reían de esta actitud, con una sonrisa irónica comenzó ha hablar
AL- bueno estamos todos por lo visto
I- como dice que le va, se acordó de los pobres – la sonrisa de Ignacio era aun más irónica que la del comisario
C- pero bueno llego su aldesa después de unos meses en el reino perdido – las miradas y las risas comenzaron entre Ignacio y Cristian,
AL- dejo el maletín en el piso, y gesticulando con las manos digo – pero que envidiosos de mierda que son, yo que les había traído alfajores ahora por eso me los como yo, que comisario les trae alfajores a dos de sus mejores hombres, pero bueno por algo soy el jefe con esa actitud no van a llegar a ningún lado
C- jajá jajá, no sea caradura sos sub. Comisario primero y principal, segundo los alfajores ya te los comiste ¿antes de venir para o acá en el camino?
I- para mí que en el camino tiene el traje manchado de polvo blanco, y en la muñeca derecha tiene un poco de chocolate
C- gracias – con un gesto agradeció la acotación de Ignacio – y por ultimo no somos los mejores hombres, sino los que más favores le hicieron – hubo una mirada entre los tres, un minuto de silencio hasta que los tres empezaron a reír con una alegría familial, se decían por los pasillos que gracias a la ayuda de los detectives el sub. comisario había llegado  hasta ahí, el caso era que los tres eran grandes amigos, estuvieron un rato largo escuchado a Alberto contando anécdotas de sus largas vacaciones, por las costas de buenos aires, después de casi dos horas de risas, y de echar a cualquier cadete que entraba, el jefe de digno a preguntar como estaban las cosas por acá
AL- bueno basta de jodas, dios me hicieron llorar de la risa,  que reverendos hijos de puta que son, vamos a justificar el sueldo, díganme que esta pasando por acá
C- tenemos un caso muy interesante, en realidad el caso ya esta resuelto es la confesión de un crimen, un joven Marcelo Arsos, confeso haber matado a su padre hace y muchos años,
AL- me parece muchachos que vimos cosas peores que un boludo que mata al padre y después se arrepiente, y confiesa
C- el problema acá no es que el confeso el crimen del padre el problema es que tuvo un cómplice, pero que jamás lo conoció siquiera sabe quien es
AL- no entiendo explíquese muchachos- los dos detectives comenzaron a narrar toda la historia, con todos los detalles, el comisario escucho todo atentamente, estaba completamente anonadado por la historia, se quedo unos momentos pensando y mientras prendía un cigarrillo dijo – que complicada que la hizo el pendejo este, que opinas Ignacio
I- existe hay algo muy raro en todo esto necesitamos mas tiempo para poder resolver este caso
AL- ¿pero para vos existe este misterioso cómplice?
I- estoy cien por ciento seguro, que existe
AL- ¿Cristian que opinas?
C-  lo mismo que mi compañero jefe
AL- bueno, no tengo muchas ganas de pensar  pero si no me queda otra, sigan así como van que van por buen camino por lo visto, tenga cuidado con este Marcelo es muy probable que este ocultando muchas cosas y en el caso de que este cómplice, exista dóblenle la custodia a Marcelo puede peligrar su vida, ahora donde esta el pendejo este con cara de boludo
C- Juan, lo tenia en el archivo buscando denuncias de llamadas anónimas,
AL- bueno anda haceme el favor de traérmelo – en ese momento Cristian salió de la habitación y el detective Ignacio y el jefe quedaron – me entere que te mandaste una cagada bastante Grossa cuando estuve afuera
I- son solo rumores no hay nada comprobado señor, tengo todo bajo control
AL- sabia que me ibas a dar esa respuesta, también tenes a esos dos pelotudos de asuntos internos dándote vuelta no
I- si la verdad que ya me tiene los huevos inflados, pero no hay manera la tienen conmigo
AL- jaja me haces acordar a mi hijo cuando me dice que la profesora lo tiene de punto, y el reverendo hijo de puta la caga a papelazos a la pobre vieja cada vez que se da vuelta, y anda a saber que más le hace, no lo culpo yo hacia lo mismo – en ese momento puso su mano sobre el hombro de su subordinado y le dijo al oído – después que pase todo este quilombo te vas a tener que tomar unas vacaciones así volves mas tranquilo y  por un tiempo vas a vivir del sueldo de acá nada mas, hay mas de uno que te quiere ver en ezeisa, ¿no se si me entendes?
I- mirando Asia abajo con una leve sonrisa en su rostro y mientras golpeaba la mesa con su dedo índice dijo –  quédate bien tranquilo que si yo llego a ir a ezeisa mas de uno de todos estos que me quieren ver halla se vienen conmigo – en ese momento Cristián apareció con Juan, que venia cargado con muchas carpetas llenas de tierra, el también estaba sucio de pies a cabeza, Ignacio con mucha cara de asombro dijo – nene cuanto pensabas tardar pensamos que te había comido el archivo
C- para mí que se estaba haciendo una
Al-es muy probable, cara de cansado tiene – agrego el comisario
j- Juan con una voz muy nerviosa y la mirada al suelo dijo – no señores estaba buscando las denuncias, lo que pasa que el archivo estaba muy desorganizado, alguien tuviese que acomodar todo eso
Al- mira que buena idea ahora por abrir la boca vas a tener que acomodar todo vos – Juan miro con cara de resignación – según me parece te quedan diez horas de turno, vamos, vamos nene el tiempo es oro movete – con Juan estaba saliendo de la oficina el comisario lo volvió a llamar – a espera antes anda a comprarme puchos, y anda a la parrillita de esquina y deciles que me manden dos platos con vació y ensalada y un gaseosa laiht, que sino me cae muy pesado – Juan lo miro con cara de asombro
J- señor no me dan los tiempos, entienda que hay mucho desorden – en ese momento intervino Cristian y dijo
C- yo que vos me empezaría a mover, estas perdiendo tiempo valioso – la cara del sub. comisario cambio por completo cuando miro a Juan este supo que no podía perder mas tiempo y salió sin mas vueltas
Al- no me dan los tiempos, aja si yo le decía eso al comisario en mis tiempos me ponía una cañita en el culo, estos pibes de hoy en día, bueno me voy a mi despacho por cualquier cosa que necesiten – los dos detectives se burlaban del sub. Comisario, hasta que el comisario se fue los dos detectives pasaron gran parte de la tarde revisando las carpetas, tomaron casi tres tazas de café cada uno, entre los dos fumaron quince cigarrillos, y comieron media docena de facturas cuando ya casi estaban terminado de revisar las carpetas entraron dos de sus compañero.
alonso Gonzáles  y Mauricio Bracco, el primero era conocido en la fuerza como un metro sexual, por ende era objeto de un sinfín de burlas por parte de sus compañeros y muchos acosos por parte de sus compañeras, tenia ojos celeste, morocho, era alto, tenia el pelo siempre peinado con gel, y las uñas echas. El segundo intentaba con muy poco éxito imitarlo, hubo un saludo muy formal entre los cuatro, de pronto alonso comenzó a hablar – así que andan con el caso de este Marcelo, del supuesto cómplice, y como van con eso
I- no tan bien como vos con tus depilaciones, pero vamos avanzando
A- es increíble lo que es la envidia pero bueno, encima que yo venia a ver si necesitaban una mano, o no Mauri
M- obvio nosotros siempre tenemos buenas intenciones
C- es increíble estos dos son batman y robin, que manga de soretes, y en ves de hablar de nuestro caso contame del tuyo es bastante interesante por lo que escuche
A- si la verdad que nunca tuve un caso así, es muy pero muy interesante, de seguro les va a gustar
I- dale conta que me cierra la pedicura –hizo un gesto con las manos y uso un tono muy irónico
A – bueno te lo cuento, hace ya dos meses apareció muerto un viejo en un caserón gigante, el viejo tenia mucha plata pero no vivía solo vivía con sus tres hijos, dos hijas, cuatro sobrinas, y la hija de su nuevo matrimonio, y su mujer que estaba de viaje, todos estos arriba de veinte años.
El viejo aparece muerto en su oficina de la cual solo el tenia la llave ni siquiera las empleadas de limpieza, no sabemos porque, no había nada de valor ahí – moviendo sus manos de un lado para el otro y haciendo gestos con la cara siguió su narración – aparentemente nadie quería al viejo todos vivían con él, por la plata obviamente  pero lo interesante viene ahora, el día del allanamiento encontramos copias de las llaves de la oficina en todas las habitaciones ósea que todas las personas allegadas al viejo pudieron entrar en la oficina, comprobamos con los peritos que todas las llaves fueron usadas,
I-  ósea que son todos sospechosos
A – así es, ya que todos tenían motivo para matar al viejo nadie lo quería,
C- ¿ quienes estaban en la casa ese día? ¿Y quienes se benefician con la muerte del viejo?
A- estaban todos, menos la mujer, y según él ultimo testamento el dinero seria repartido en partes iguales, ósea que son todos beneficiaros, es el caso más raro que nos toco, la verdad no sabemos que más hacer – Ignacio estuvo unos cuantos minutos mirando al suelo la cara de Ignacio, como perdido de pronto dijo
I- seguramente nadie escucho nada ¿no? – alonso asintió con la cabeza – entonces es un complot nadie vio, nada nadie escucho nada, por ende nadie tiene cuartada ni testigos intenta apretarlos uno por uno deciles que lo demás confesaron falta confesar el solo, y fíjate la reacción de cada uno – la cara de asombro de alonso fue instantánea
A- increíble nunca se me hubiese ocurrido, la verdad me quito el sombrero
I- y por eso me viniste a consultar a mí venís con el mejor nada mas y nada menos el mejor
A- sos un hijo de puta bastante inteligente, la verdad
I- no es la primera vez que me lo dicen, pero te agradezco el cumplido

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